Los Comuneros. Sergio Salvador Campos - Pako Mulero Arenillas

Otra de las joyitas de la milagrosa editorial Matraca, corre a cargo de Sergio Salvador Campos, un autor sencillo, pero altamente creativo, alguien que se ha cultivado por medio del esfuerzo, del ensayo y error, y por supuesto, escuchando y aprendiendo de todos aquell@s autores a los que admira. Sergio es experto en crear atmósferas sobrecogedoras en un breve espacio tiempo, aprovechando todas las posibilidades que surjan alrededor de sus personajes, demostrando así, un torrente creativo que parece no tocar techo. 

En la historia de Los Comuneros conoceremos a Hermann Lenz, un policía especializado en infiltración. Nuestro protagonista, acostumbrado a llegar al límite en su trabajo, responde al estereotipo de aquel que se pasa toda una vida contemplando un abismo, y que tarde o temprano, éste, le acabará devolviendo la mirada con recargo e intereses. Si algo queda claro, es, que en el mundo que ha creado el autor, toda acción, todo lo que se siembra, da lugar a consecuencias de diverso resultado.  

Hermann ha sobrevivido a situaciones altamente peligrosas, pero esta vez, el planteamiento será algo diferente, un concepto sin precedente alguno para el cuerpo de policía. Sin apenas tiempo de preparación, el intrépido agente tendrá que infiltrase en las entrañas de una secta, un grupo sumamente enigmático, que responde a las órdenes de un personaje autonombrado “Alpha”, quien se declara un ser divino con la misión de guiar a las almas deprimidas o sin propósito. 

El autor ha sabido crear un contexto de verdadera pesadilla e inmersión a la locura, donde nada es lo que parece, y la lógica acaba siendo una especie de moneda falsa. La progresión de la trama posee un dinamismo excelente, generando dudas tanto al personaje como al lector, ya que consigue que nos planteemos si Alpha es un mero farsante, o si se trata de un ente sobrenatural. 

Importante mencionar las ilustraciones que acompañan al relato, cortesía de Ana R, Quía. La ilustradora, con unos trazos sencillos, pero sumamente espeluznantes, le ha puesto la guinda con maestría a tan pavoroso pastel. Por supuesto, y para gozo y disfrute de Sergio y sus lectores, el prólogo recae en manos del mismísimo Joseph Berna, y la portada es obra del gran Nicolás Martínez Cerezo. Lo que se dice una mano ganadora. 

En definitiva, soy de la opinión de que Sergio se encuentra en muy buena forma, es un autor que está viviendo un momento muy dulce. Sería un acierto por tu parte que le dieras una oportunidad a su bolsilibro, y por extensión, a la fantástica Matraca ediciones del apasionado Pepe Cueto.

Nicolas Martínez y Sergio Salvador en el I Eccuentro de Cine y Literatura de La Cabina de Nemo