Verano Rojo - Por Pako Mulero Arenillas
Un film reciente, que me sorprendió en una velada de fin de semana gracias al canal Dark.
La cinta es un slasher tan romántico como sangriento, que cubre su falta de
presupuesto con toneladas de creatividad y múltiples capas de amor por el
género. Las vacaciones de dos parejitas
madrileñas se acaban transformando en La
Matanza de Texas Mallorquina, con influencias de aquí y allá, sí, pero con
identidad propia y denominación de origen. Carles Jofre ha creado su propia
mitología, la de “Pig face”, con un reparto voluntarioso y sufrido que cuenta
con un excelente y condecorado Simón Andreu, y un furioso Carlos Poyal, algo
que me choca, ya que el señor Poyal es un tipo entrañable en el mundo real.
Las localizaciones ubicadas en la
mencionada isla me hicieron recordar un pequeño tramo de mi infancia (época en
la que uno de mis tíos fue allí a buscar fortuna y nos traía postales y
obsequios propios de la zona en sus periodos de vacaciones), y la construcción
de los personajes es sencilla pero efectiva para el plan del equipo creativo.
La idea es crear un marco geográfico en el que sus desafortunados habitantes
creen que todavía sigue vigente la guerra civil española, ergo su obsesión por evitar la hambruna prolongada por culpa de
los bloqueos los empuja a tomar sádicas decisiones.
Con respecto al apartado técnico
me gustaría ensalzar el trabajo de fotografía, alternando luz natural y
artificial, adaptándose a las circunstancias y a los interiores/exteriores, y
al equipo de cámara, que lo apuesta todo dando juego a planos imposibles,
dotando de profundidad a localizaciones que dan de sí todo lo que pueden y un
poquito más. El sonido está correctamente ajustado, doy fe de ello, ya que
incluso he adquirido recientemente el DVD, y he podido comprobar que han hecho
un buen trabajo a la hora de adaptar el film al formato doméstico (no hay que
forzar la oreja lo más mínimo, y se disfruta en un flamante 16:9). La banda
sonora de Joan Vilá me gusta, cumple con creces su misión de ambientarnos y
prepararnos en este gastronómico viaje.
En el festival Insomnia
del Puerto Santamaría, tuve la oportunidad de conocer en persona a F.A.
Jiménez Céspedes, uno de los encargados de la producción de la
película (que además tiene un particular cameo), y tras darle un abrazo, pude
decirle que su film me gustaba, que era puro músculo Low Cost, pero que además
era triple AAA en espíritu e ilusión. Amo este tipo de trabajos, construido por
amantes del género para amantes del género. Dale una oportunidad.
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