NOCTURNA 2018 O LOS 4 JINETES DEL NICOLASCAGEDDON: GENIO, LOCURA, GAMBERRISMO Y CINE DE GENERO - Angelo Khemlani



El festival Nocturna ha evolucionado muchísimo en sus pocos años de vida. Poco a poco ha ido creciendo y haciéndose más ilustre. No es algo malo, pero a veces eso implica que se aleje un poco del público de pie de calle. Pero menos mal que está vivo (en sentido literal), porque su propio sistema inmunológico ha reaccionado trayéndonos el caos, la locura y la epicodecadencia, logrando que en esta edición el público infame se sienta como en casa (aunque no tengamos la mejor sección de todos los tiempos del Nocturna, y que tan buenos momentos nos ha hecho pasar, sobre todo en las sesiones golfas: la sección Madness) 



La inauguración con La noche de Halloween fue el mejor comienzo que podíamos tener con el retrato de una América Trump que sirve para no dejar títere con cabeza (literalmente). Una película que refleja la paradoja de la concepción del ciudadano americano (en la que la violencia es necesaria para evitar la violencia) provocada por la paranoia, no tanto por la sensación de amenaza inminente e infiltrada, si no por la desprotección de un estado burocratizado e impersonal. Una película ambigua que tiene un trasfondo muy interesante pero que también nos hizo disfrutar a un nivel más superficial con una Jamie Lee Curtis, que se ha convertido en la Sara Connor del slasher: de cazada a cazadora.


La decepción llegó con The night eats the world. Mientras en anteriores ediciones la sección Madness nos ofrecía divertidas y despreocupadas películas de zombis, en esta ocasión nos encontramos con una mezcla de náufrago/Hikikomori en medio de una plaga zombi, con un buen comienzo y un buen giro de guion, pero su empeño en convertirse en una obra seria juega muy a la contra, eternizándose su metraje (a pesar de que solo dura 90 minutos) Fallida cinta francesa que debería aprender de The End? (In un giorno la fine) estupendo film italiano de Daniele Misischia que se basa en el mismo concepto y le saca mucho más partido. 

Un ejemplo de película perfecta fue Aterrados. Que nos dejó así, como bien dice su título, aterrados. Extraños sucesos en un barrio de Buenos Aires, una doctora especializada en lo paranormal, su colega, un ex oficial de policía y una investigación sin vuelta atrás. Un 10 en todos los sentidos: puesta en escena, sonido (sobre todo) dominio de luces y sombras… 


What Keeps You Alive fue otra de las joyas que pudimos ver en el Nocturna. Un entorno apacible, montañas, un lago tranquilo y una pareja casada que intenta celebrar su primer aniversario son el punto de partida a una montaña rusa de suspense, giros de guion y un manejo de la tensión impecable. Quizás la única pega que se le puede poner es que el final se estira más de lo deseado, pero ya es un notable alto.


El metraje de He´s out there tiene una duración normal, pero se hace demasiado largo su recorrido por todos los tópicos del género home invasion. La historia de una madre que intenta proteger a sus dos hijas frente a intrusos asesinos la primera noche que duerme en su nuevo hogar esta mejor contada en la siguiente película que vimos, Ghostland, dirigida por Pascal Laugier, que destaca por sus giros de guion, el aprovechamiento de los espacios, el manejo del suspense y sus fatalities. Bien merecidos los premios Paul Naschy a la mejor película y al mejor director en el festival. 



El adjetivo tarantiniano se suele usar demasiado a la ligera y mientras veía Piercing intenté no acuñarlo. Pero entre la puesta en escena, el montaje, la música setentera y los diálogos mundanos antes o durante secuencias violentas… no se me venía a la cabeza otra cosa. Esta historia, de un hombre aparentemente normal, que deja a su mujer y a su hijo en casa para asesinar a la primera prostituta que se le cruce en su camino, se desarrolla de una manera bastante extravagante y el duelo de sus dos protagonistas se puede resumir en una frase: se junta el hambre con las ganas de comer. El problema de Piercing es que es altamente irregular. Cuando te engancha te vuelve a soltar. No sé si a propósito, pero siendo la última película del día no se agradece. 


También pudimos ver El tutor, un conjunto de historias de terror psicológico relacionadas con una antigua promoción de alumnos de un colegio de primaria. Después de dirigir un par de cortos, el cómico Diego Arjona, (que dirige y escribe la película) da el salto al largometraje. Sus buenas intenciones no son suficientes para aprobar y se queda en un NM (necesita mejorar). Arjona demuestra en algunas historias de El tutor, que sabe sacarle partido a la puesta en escena con pocos elementos y darle un giro de tuerca a los tópicos del cine de género, pero a la hora de conectar las historias para formar un largometraje, el hilo conductor resta más que suma. 

Deadtectives es un soplo de aire fresco, sobre todo por lo políticamente incorrecta que es. Unos investigadores de un Cuarto Milenio anglosajón, que mienten más que hablan, ante la cancelación de su programa, se ven obligados a investigar una mansión embrujada de verdad. Bien dirigida, con un montaje dinámico y unos personajes entrañables que lograron que nos quedáramos con ganas de más. Si tenéis amigos mexicanos, imprescindible para echar unas risas. 

Heretiks es un coctel curioso que se desarrolla en un convento de la Inglaterra del siglo XVII retratado como una cárcel de mujeres con una madre superiora que parece sacada del tercer Reich. Terror psicológico que acaba explotando en un festival de gore, sangre, monjas poseídas, pulsión desatada y fatalities que lograron los aplausos del público. 


El cine asiático es un clásico del festival Nocturna y no podía faltar su presencia de una u otra forma. Si os gusta el anime y sobre todo la cultura asiática Mirai os encantará. En esta película de anime tenemos viajes en el tiempo, pero son la excusa perfecta para conocer la cultura del país del sol naciente y sobre todo es un retrato entrañable de la familia actual dentro de la sociedad japonesa. 
En los últimos años ya hemos visto otras niñeras que se meten en problemas o son ellas las problemáticas y Night Sitter es una mezcla de las dos situaciones sumándole ocultismo, brujas y un par de sorpresas. Su fotografía es hipnótica, pero tiene un problema con sus personajes: no es que estén muy estereotipados, si no que cuesta encariñarse con ellos. Empezando por la (anti)heroína de la historia. Eso sí, los fatalities finales de su último acto no os decepcionarán. 

Boar es una estupenda película en la tradición de monstruos rurales cuyo mayor aliciente es el gore y los efectos especiales artesanales. También podremos conocer la fauna social de la Australia profunda. Un sólido drama familiar con jabalí mutante de por medio y un combate final entre gigantes al más puro estilo Toho. Podemos disfrutar de este combate gracias a su protagonista australiano, el gigante Nathan Jones, visto en Mad Max: Fury Road (George Miller, 2015). 

Fuimos a por la última jornada con ganas y comenzamos con Please stand by, que tenía pinta de película indie, seria y con un tono muy tranquilo. Eso en la primera sesión de un sábado puede ser letal. No hubo peligro de siesta o aburrimiento mortal ya que nos encontramos con una conmovedora y entretenida historia sobre como el cine salva la vida a una chica con problemas de autismo. Dakota Fanning cumple excelentemente con su cometido (como siempre) pero esta vez consigue que conectemos con su personaje, abandonada por su hermana en una residencia de autistas, y cuya única posibilidad de poder optar a una vida mejor, es un concurso de guiones de Star Trek con un jugoso premio en metálico. Todo esto la llevará a un viaje de San Francisco a Los Angeles, en una odisea epicodecadente que nada tiene que envidiar a las de Spock. 



A continuación, el festival fue subiendo el nivel con la proyección de Muñeco Diabólico (Tom Holland,1988) y la presencia de Don Mancini, su creador. Durante la masterclass con Don Mancini (muy majo durante el festival) nos contó anécdotas sobre los rodajes de Chucky y de las preferencias/dificultades de trabajar con animatronics. También pudimos saber más sobre la concepción de Chucky: originalmente no era una historia sobre un muñeco poseído por un asesino, sino que era la manifestación de la rabia inconsciente del niño. Su guion era más un thriller psicológico que intentaba crear la duda ¿está Chucky vivo realmente o Andy está loco? El productor quiso simplificarlo y dejarlo claro a la audiencia. La inspiración del nombre del asesino que se mete en el muñeco de Chucky, Charles Lee Ray, es una composición de Charles Manson, Lee Harry Oswald y James Earl Ray (asesino de Martin Luther King).  

Mancini también nos comentó su buena relación con el productor de la saga, David Kirschner, y sobre todo con Brad Dourif, voz de Chucky en la saga, y su hija Fiona Dourif, que también se ha incorporado a la saga en las últimas entregas. Una familia que ha unido al cine y que se van a cenar juntos el día de acción de gracias. Pero no todo es de color de rosa en la familia Chucky, ya que tuvimos nuestra ración de salseo y Mancini nos habló de la oveja negra, el director de la primera parte Tom Holland, que una y otra vez ha querido apropiarse de los derechos exclusivos de Chucky.  




Menos mal que el abogado de Mancini le aconsejó que describiera con sumo detalle al muñeco en su libreto original para luego evitar líos legales a posteriori. El futuro de Chucky estuvo presente en la masterclass y Mancini nos habló sobre la nueva serie Chucky, que hará hincapié en el terror y será especialmente sangrienta. El piloto lo escribe y dirige Mancini. Todos los capítulos serán dirigidos por él, pero delegará en un equipo de guionistas y un guionista diferente escribirá cada capítulo. El remake de la primera película de Chucky tampoco faltó como pregunta en la masterclass. Mancini nos comentó que le ofrecieron ser el productor ejecutivo pero que lo rechazó porque era su competencia y solo querían que estuviese implicado para darle un sello de aprobación para la audiencia.  

Finalizamos el festival con Mandy, protagonizada por Nicolas Cage. Con una primera parte hipnótica a nivel visual y que esconde algunos secretos entre líneas que da para unas cuantas teorías que explican la explosión epicodecadente de la segunda parte de la historia con un Nicolas Cage en modo berserker empapado de sangre, cocaína y armado hasta los dientes con ballestas, hachas gigantes… contra motoristas satánico-domingueros salidos del universo Hellraiser. Una película que en su parte final no desentonaría en una doble sesión con The Void (Steven Kostanski, Jeremy Gillespie,2016)  

Mandy fue la clausura del festival…pero una vez acreditados no nos echaron del Nocturna ni a tiros, por eso llamaron a un ranger para que nos echara. The Ranger


Comentarios

Entradas populares de este blog

MERMAID KILLER - El nuevo proyecto sobrenatural de Israel González & Joel Codina.

Menciones y palmarés – Sitges2020 – Pako Mulero Arenillas

Entrevista a Ángel Sala – Pako Mulero Arenillas – Sitges2020