FOLK HORROR - Pako Mulero - Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donosti
El paisaje rural, las leyendas,
los siempre relevantes cambios en la naturaleza, las tradiciones, y los hechos
poco esclarecidos, han dado lugar a la inclusión de materias místicas en el séptimo
arte, algo de agradecer, ya que, gracias a los mencionados factores, el Folk
Horror ha dejado su huella ancestral en diversas producciones.
Jesús Palacios, uno de los
críticos y divulgadores culturales que más he seguido y admirado desde mi niñez
(él me hizo comprender que yo era un Cinéfago de tomo y lomo, algo que
le agradezco de mil amores), es el encargado de coordinar FOLK HORROR. LO
ANCESTRAL EN EL CINE FANTÁSTICO, el libro oficial de la 30ª
Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donosti.
La publicación se compone de un
total de nueve ensayos de diversos autores, donde no solo se hace hincapié en
la filmografía, además aporta un marco geográfico y de circunstancias donde
ubicar diversos acontecimientos históricos y sociales. Cada autor, que cuenta
con su visión personal y documentación propia, nos indica que más allá de hadas
y duendes, nos encontramos con toda una fuente de ritos paganos y ascensiones
de brujas desde tiempos inmemoriales. Cada misterio sin resolver o cada niño
desaparecido, forma parte de un tejido que acaba confeccionando cuentos y leyendas.
Desde 1492, la lucha y en
ocasiones la asimilación, entre los caracteres cristianos y paganos, han dado
lugar a quema de brujas, mitificación de los hechos, y al nacimiento de
intrigantes relatos. En el libro podréis encontrar diversos filmes que abordan,
bajo diversos enfoques, la mitología y el folklore. Algunas de las películas
seleccionadas se corresponden a lo que previamente tenemos ya en mente, sin
embargo, aseguro que otras os resultarán toda una sorpresa.
Si hay algo que quiero dejar
claro desde ya, es que considero todo un lujo que diversos expertos en la
materia hagan la autopsia a algo tan vivo como es el cine, con la idea de
desenmascarar elementos que podrían pasarnos desapercibidos, y llevarnos a
puntos esclarecedores con respecto a la materia. El resultado final de esta
suma de ensayos es rematadamente enriquecedor.
Son muchas las películas
revisadas, algunas de ellas elaboradas por los grandes maestros. En el caso de Bergman,
su filmografía es esencial para comprender el estado de su Suecia natal con
respecto a estos asuntos. Si bien ya en el siglo XIII los cristianos estaban
asentados en Suecia, el paganismo seguía muy presente, de hecho, moviéndose a su
antojo en paisaje, mitos, y tradiciones. Prueba de ello, es la imprescindible El
Manantial de la Doncella, donde su director nos guía a lo largo de un
crisol cultural de choques entre creencias, donde finalmente, la naturaleza y
sus mitos empuja al ser humano a lo más primario de su ser. Como dato,
recomiendo darle un repaso a nuestra amada La última casa a la izquierda
(1972) de Wes Craven, donde el creador de Freddy Krugguer realiza con
muy pocos medios una excelente revisión de El Manantial de la Doncella,
demostrando que se pueden entremezclar elementos Folk con el gótico americano
más desgarrador.
Algo que se nos deja patente de
forma continua, a pesar del nihilismo de muchos de los personajes que nadan en
los fotogramas y en las letras, es que lo nuevo y lo viejo acaban conviviendo y
se asimilan. Otro de los ejemplos analizados es la excelente Häxan: La
Brujería a través de los tiempos (1922), un ejercicio cinematográfico
muy conocido por la mixtura de su formato, ya que pasa de fuertes tintes teatrales
al documental experimental, intercalando con un sorprendente Stop Motion
para su época. Häxan nos narra como aquellos mitos páganos de
demonios, brujas, u otros seres maléficos procedentes de diversas mitologías,
se acabaron adaptando al terreno conquistado por el ente cristiano, asumiendo
roles concretos, en su mayoría los de figuras negativas que acosaban a los
malos creyentes. Como guinda al pastel, el viaje nos lleva a un presente donde
se busca una explicación coherente y científica a todo acontecimiento sobrenatural.
No podemos olvidar The Wicker
Man (la de 1973, importante), que es la portada del libro, y que se
considera una de las piezas fundamentales para entender los mimbres del Folk.
Es una de las cintas que sirve de ejemplo en varios de los ensayos, ya que además
de nacer a partir de un guion de manual para este caso, su banda sonora Folk
Rock es perfecta para explicarnos los entresijos de otras facciones culturales
que contienen estos rasgos ancestrales.
Una carta puede ser el detonante
para que un agente de policía de “la civilización”, entre en conflicto
con los intereses paganos que se afincan en una misteriosa isla. Lo contemporáneo
se enfrenta una y otra vez a las energías de los más sanguinarios dioses y sus
retorcidos seguidores.
La lejana Australia
Me llama la atención especialmente
la misteriosa Picnic at Hanging Road, dirigida en 1979 por Peter
Weir. Con este film, se sustenta considerablemente el ensayo
correspondiente a Madeleine Watts, que analiza el concepto de las constantes
desapariciones sufridas en Australia desde tiempos inmemoriales.
La autora nos explica minuciosamente
el duro papel que le ha tocado sufrir a la figura de la mujer en su Australia
natal. Nos cuenta, que, desde su más tierna infancia, las desapariciones y
constantes asesinatos, son desgracias asumidas y atribuidas al Bush,
un viejo mal que habita en la parte más hostil de la naturaleza. Forma parte
del folklore nacional entremezclar las injusticias con el relato sobrenatural
de la Australia mas salvaje y hostil.
Finalmente, pero no menos
importante, está la mención al Horror Folk ibérico, porque como es lógico,
nosotros también tenemos nuestra herencia pagana, y si bien no hemos quemado
iglesias en los 90 como el Círculo Interior noruego, nuestros
bosques, accidentes geográficos, y pequeñas poblaciones, tienen millones de
historias basadas en lo más profundo de la tierra. Somos supersticiosos, por lo
que nuestra creatividad se expande.
La conclusión con respecto a este
libro de Hermenaute, es que contiene datos realmente valiosos que sus
autores han tardado años en atesorar, y que podemos disfrutar de una sola
atacada, acercándonos y comprendiendo las tradiciones rurales que nos rodean y
que insuflan vida al cine que tanto nos apasiona. Léelo, que tal vez de ese
modo consigas apaciguar a alguna deidad sanguinaria…
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