Conocí a Jan Harlan en Sitges y me recomendó El Nido - Pako Mulero Arenillas
En otra entrada del blog, aparece
la entrevista que le pude hacer a este documentalista por excelencia, al
productor de Odisea 2001 y otras joyas realizadas por Kubrick.(https://lacabinadenemo.blogspot.com/2019/07/entrevista-jan-harlan-pako-mulero.html).
El trabajo de Harlan contribuyó
para cambiar por siempre el lenguaje cinematográfico, pero como ya comenté
antes, en Sitges se respira cine, y tras una presentación, visionado, o
incluso entrevista, las ganas de investigar y seguir aprendiendo se vuelven voraces.
Cuando me dijo que la Cinta El
Nido, escrita dirigida en 1980 por Jaime de Armiñán, era una de
sus películas favoritas, y una de las más tristemente tapadas en la historia
del cine mundial, me vi en la obligación de buscarla, con la idea de refrescar
la memoria y entender el amor que Harlan expresa hacia este film.
Mi gran amigo Jandro Salgado (brillante montador e impecable ayudante de dirección) pudo
conseguirme el DVD (¡¡¡¡un millón de gracias!!!!), que, a pesar de su
reedición, vuelve a estar al límite de volver a estar descatalogada. Resulta que,
en mi más tierna infancia, pude ver este film en TVE2, pero acto seguido le
perdí la pista a esta interesante película, que refleja sin tapujos la parte
más profunda de una sociedad en plena transición.
Jaime de Armiñán es brillante. Muchos de sus trabajos poseen el
máximo reconocimiento del Círculo de escritores Cinematográficos, sí, pero El
Nido es realmente especial. Aunque no consiguiese el Oscar en 1980, la historia
de amor disfuncional entre Alejandro (un gigantesco Héctor Alterio) y Ana
Torrent (soberbia a pesar de su tierna edad por entonces) en un paisaje de
belleza rural, pero de alta crueldad procedente de los estamentos, deja al
espectador marcado para siempre.
Los acertijos, la manera de filmar
la naturaleza como una forma de arte tras la interactuación humana, el tiempo
que se escurre entre los dedos, la protesta contra lo establecido, el miedo y
la represión latente, intentar ser feliz por lo civil o lo criminal, mostrar la
trama como una partida de ajedrez en la que Alejandro es el perdedor consentido
desde el minuto cero… todo eso y un poquito más, junto con una fotografía
espectacular y un reparto soberbio, son los argumentos de un inspirado Armiñán, para que no
olvidemos y admiremos su forma de narrar.
Si bien El Nido, es
un film reconocido y apreciado por estos lares, según me explicó Jan Harlan,
los más grandes cineastas, como Stanley Kubrick o él mismo, la valoraban como
uno de los mejores trabajos de todos los tiempos, afirmando que era una pena
que no estuviese reconocida en absolutamente todos los lugares del planeta
tierra. Tal y como os dije anteriormente, los festivales son lugares mágicos
donde se respira cine, se aprende, y se descubren un sinfín de datos
interesantísimos. Muy grande Harlan, muy grande Armiñán.
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