Finale, un filme de culto instantáneo. Nocturna 2019. Pako Mulero Arenillas


Soren Juul Petersen es un director danés que presentó su opera prima en Nocturna Madrid, un proyecto que yo estaba deseando conocer tras una conversación con Sergio Molina, director del festival. 


Sergio me comentó que aquel ejercicio audiovisual le había gustado mucho, y que, además, estaba en la línea de proyectos que suelen encandilarme. Tal y como sospechaba, mi amigo tenía razón, el filme de Soren captó toda mi atención desde el primer fotograma. 

La premisa del film es concreta y concisa, ya que de forma clara pone en entredicho la “seguridad” que oferta la sociedad actual al violar nuestra intimidad grabándonos en vídeo constantemente. El mundo se ha transformado en una aldea global, donde espiar e interactuar en la vida ajena se ha convertido en religión, y donde se ve con alarmante naturalidad la falta de asertividad y amor por el prójimo. 

El director da un paso más, mostrándonos el concepto de “pan y circo” elevándolo al máximo exponente. El marco de la historia transcurre principalmente en dos localizaciones claramente marcadas, separadas por una elipsis temporal y por unas circunstancias sumamente angustiosas. Algo oscuro y opresor empieza cerrarse en torno a dos chicas que trabajan en una gasolinera en pleno turno de noche. Ambos personajes pertenecen a diferentes sesgos sociales, ya que una de ellas es la hija del dueño de la empresa, por lo que posee estudios superiores y su estancia por el negocio es favorable y claramente circunstancial (papel interpretado por una inspirada Anne Bergfeld). Si bien la brecha cultural y social entre personajes es abismal, la situación provocará un interesante giro, que irá descubriéndose gracias a un arriesgado montaje. Los personajes que van girando alrededor de la gasolinera acaban transformándose en piezas de un macabro juego de mesa de sospechas y sádicas intenciones, siendo parte de un retorcido espectáculo guionizado por el más terrible Maestro de ceremonias. 



Soren nos explicó lo mucho que le interesa el campo de la adaptación, especialmente cuando se trata de literatura de género. Si bien no se puede adaptar tal cual un texto a la gran pantalla, sí que podemos captar perfectamente su esencia y trasladarla de forma brillante. En esta ocasión, Soren se decanta por rodar la adaptación de la sangrienta novela (con mismo nombre) de Steen Langstrup, un autor considerado el Stephen King Danés, cuya seña de identidad es la denuncia social perfectamente compartimentada, pero condimentada con violencia y sangre. El guion, escrito a seis manos, contó con la participación y supervisión de Langstrup, algo que dignifica y dicta el buen hacer de su director. 



Conocí en persona al director, y puedo asegurar de que se trata de alguien sensato, con exquisitos modales, y que además tiene muy en cuenta el trabajo de los otros oficios cinematográficos, amén de valorar la opinión de los espectadores. 



Hay muchos aspectos que destacan del film, como por ejemplo su mimada fotografía, casi siempre en interiores, reforzando la complicación y pesar que están padeciendo los personajes. Por otro lado, el mencionado montaje, alcanza cotas de excelencia, debido a que, a pesar de sus constantes elipsis, todo sucede de forma suave y sin que el espectador note que se esté forzando ninguna situación. 

A lo largo de la progresión dramática de Finale, el director hace cambio de cromos constantemente, ya que de forma brillante pasamos de suspense a ironía dramática, poniéndonos en jaque y proporcionándonos una deliciosa situación de tensión. 

El reparto

Soren, en el fórum de fnac Callao, durante la presentación y rueda de prensa de su film, nos contó acerca de los diversos entresijos previos a la creación de su película. El casting es algo que suele traer muchos dolores de cabeza, especialmente cuando se trata de adaptar un libro. Cada persona tiene en su mente el perfil de los posibles protagonistas, y claro está, acto seguido debemos enfrentarnos con la realidad y plasmar, en la medida posible, todo aquello que tenemos en la cabeza. 

Soren fue presentado por Mark Castro y Santi Taboada. Una jornada excelente.

En las pruebas, en cuanto vio a Anne Bergfeld, captó que debía ser la protagonista. Anne supo encarnar a la perfección a Agnes, una joven con una vida fácil, miembro de una familia de clase medio alta, de empresarios con negocios eficientes que pagan el salario mínimo. En esta ocasión, como capricho del destino, Agnes se verá envuelta en una extraña situación junto a Belinda (interpretada a la perfección por Karin Michelsen), una empleada de la gasolinera, que a pesar de ser una tediosa “choni” con conversación monotemática, consigue entablar lazos en común con la protagonista.  A pesar de las obvias diferencias sociales que existen en el mundo, y que han quedado perfectamente plasmadas en el guion, el director se empeña en conseguir sacar lo mejor de los seres humanos, demostrando que en las situaciones más críticas somos capaces de lo mejor y de lo peor.



El plato fuerte lo ofrece un actor muy especial, tan enigmático como carismático. Se trata de Damon Younger, un intérprete nacido en Islandia, pero educado en Reino Unido. Damon, en su papel de Maestro de Ceremonias, no solo nos aterroriza, además nos hace reflexionar acerca de que incluso un verdadero monstruo es un instrumento a disposición de una fuerza mayor, un títere que cumple a la perfección su sádico cometido. El más terrorífico Rey de pista es el embajador de la más implacable masa social, que desde siempre se ha comportado como un monstruo de una sola cabeza. Te advierto que llegarás a temer y a odiar a tan malévolo personaje, sobre todo, porque es el altavoz de la maldad que muchos portan en sus entrañas. 

Para mí es muy importante mencionar a Kristoffer Fabricius, en el complejo papel de Benjamin. Como actor supo hacer una aportación sensacional a una trama que le da una vuelta absoluta a todo lo que hemos absorbido como cliché en el séptimo arte. Tras este interesante papel, Kristoffer bien se ha podido transformar en la “musa de la perversión” de futuros proyectos cinematográficos. Y por supuesto, no dejar atrás a Mads Koudal, que borda sus apariciones en el papel de Kenny, que en momentos concretos es un pequeño gran hilo conductor. 



Conclusiones

Hay muchas y muy buenas. EL director y todo su equipo creativo plantea diversas cuestiones que afectan a nuestra sociedad actual. Para empezar, deja patente el constante acoso que sufren las mujeres en su día a día, ya sea en su puesto de trabajo, e incluso en lo que debería ser su zona de confort. La cinta deja patente que una mujer no debe limitarse a absorber de forma sumisa un atentado contra su integridad, todo lo contrario, ya que evidencia que una persona debe luchar contra los estigmas establecidos con uñas y dientes. La figura de la mujer, en el film de Soren, es fuerte y evoluciona de forma muy positiva a medida que se recrudece la situación. 

Por otro lado, el film critica de forma radical el uso nocivo de las nuevas tecnologías, y de como internet, a pesar de que estamos un paso más allá de “la era de la información”, se ha transformado en la herramienta predilecta de psicópatas y acosadores. Actualmente, las redes sociales se han convertido (para ciertas personas) en una forma de censura implacable y un canal para acosar a toda aquel que discrepe con según qué punto de vista. El poder de internet es tal, que ha conseguido que se cancelen proyectos cinematográficos, e incluso la alteración de los mismos. Es algo alarmante. Recordemos que, si estamos en una aldea global, debemos fomentar la difusión cultural, el conocimiento, y por supuesto, la libertad de expresión, por lo que es del todo insano darle poder a usuarios que asimilan las redes como su “coto de caza”.



A lo largo del film, y sus correspondientes saltos en el espacio y el tiempo (conseguidos de forma brillante, por cierto), todo el mundo no cesa de hablar de una final de futbol que se está jugando coetáneamente. Independientemente del estatus social, o de la forma de vida de cada personaje, todos y cada uno de ellos le otorga cierta importancia capital al evento deportivo, dejando patente nuestra necesidad de pan y circo. 

Finale es un film que te hace reflexionar, mimado en su facturación, y sincero con respecto a su premisa. Tal y como me comentó en persona su director, el cine danés tiene sus propias influencias y una clara identidad, y él mismo, como cineasta, ha sabido solventar la falta de medios con creatividad pura y dura, fomentado un buen clima de rodaje y trabajando muy duro para sacarle el máximo partido a su equipo. La película no solo nos muestra actos de violencia sangrientos y explícitos, también hace hincapié en las heridas emocionales que gestiona el mundo donde nos ha tocado vivir. 

Sospecho que debe ser una experiencia sensacional trabajar con Soren

En mi opinión, nos encontramos ante una muy buena película de género que sirve de crítica y autocrítica, que demuestra que todo aquello que puede tener un buen uso para nuestra comodidad y seguridad, finalmente se puede transformar en un método de tortura y vulneración de los derechos básicos. Sin duda una de las grandes sorpresas de Nocturna 2019, un film que no debes perderte bajo ningún concepto. Muy buena. 






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